El concepto de juego es más o menos fácil de entender en el uso cotidiano dentro de los distintos ámbitos que abarca. Pero a su vez, esa misma diversidad de usos hace compleja

la definición desde un punto de vista científico-académico.

El juego se vincula:

a actividades de destreza, astucia o azar, o combinaciones de las mismas

a actividades físicas realizadas sin finalidad y sometida a reglas

a actividades de diversión y entretenimiento de niños y en menor grado de adultos;

a actividades relacionadas con el mundo del arte creativo (poesía, teatro, danza, pintura y música).

Al pertenecer a muy distintos ámbitos, el concepto de juego implica connotaciones diversas, que van desde la diversión y entretenimiento, a lo no útil o no productivo, lo no serio,

lo realizado con facilidad, ligereza, frivolidad o irresponsabilidad, lo estético o artístico y llega hasta lo erótico/sexual y placentero. |

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que el juego no es lo opuesto al trabajo (concepción clásica sobre el juego como actividad no seria/no productiva) sino lo opuesto a la depresión, debido al estado de creatividad y

vitalidad desarrollado en la actividad lúdica.

Han sido muchos los autores que a lo largo de los últimos dos siglos han tratado de definir la actividad conocida como juego.